¿Qué es el producto mínimo viable y cómo definirlo?

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Leticia Calvo

El Producto Mínimo Viable, en inglés Minimum Viable Product o MVP, es un concepto fundamental en el mundo de las startups y el desarrollo de productos. Se trata de una estrategia que permite lanzar al mercado una versión básica del producto con el objetivo de aprender sobre sus usuarios y hacer mejoras basándose en sus feedbacks. De este modo, en lugar de emprender una aventura empresarial a ciegas, se obtiene información sobre cómo reaccionará el público objetivo y sobre qué mejoras se pueden implementar antes del lanzamiento definitivo para mejorar la percepción comercial.

¿Qué es un Producto Mínimo Viable?

El MVP es una herramienta esencial para poner a prueba una idea de negocio sin invertir recursos excesivos en su desarrollo inicial. Si tenemos que dar una descripción del producto mínimo viable, hay que decir que se trata, en esencia, de la versión más simple de un producto que pueda ser probada con los usuarios reales para obtener información valiosa sobre el mismo y su aceptación en el mercado.

Definición y características del Producto Mínimo Viable

Desarrollado a través del método Lean Startup, el Producto Mínimo Viable es un prototipo de un producto que posee las características básicas necesarias para funcionar y ser usado por el público objetivo, pero sin las funcionalidades adicionales que podrían incluirse en versiones posteriores.

Las principales características del MVP son:

  1. Simplicidad: El MVP sólo incluye las funcionalidades esenciales para que el producto sea operativo.
  2. Rapidez en el desarrollo: Permite lanzar el producto al mercado en un tiempo reducido.
  3. Feedback del usuario: Está diseñado para recolectar opiniones y sugerencias de los usuarios reales, permitiendo mejoras continuas.

En ocasiones, los usuarios pueden demandar mejoras que ya se han tenido en cuenta, mientras que otras veces pueden propiciar cambios e innovaciones que no estaban en los planes originales, pero que pueden mejorar sensiblemente el resultado final y, de paso, también los resultados de venta.

Diferencia entre prototipo y Producto Mínimo Viable

Mientras que un prototipo es una representación temprana de un producto, creado principalmente para visualizar y testear una idea, el MVP es una versión del producto lista para ser lanzada al mercado.

El prototipo, como ocurre por ejemplo con muchos coches, no necesariamente tiene que funcionar ni ser usable, ni tampoco terminar viendo la luz. Por su parte, el MVP sí. El objetivo principal de un prototipo es testear la viabilidad y funcionalidad de una idea, mientras que el MVP busca obtener feedback real de los usuarios y adaptar el producto en consecuencia.

Ventajas de crear un Producto Mínimo Viable

La creación de un Producto Mínimo Viable (MVP) representa una estrategia clave en el proceso de desarrollo y validación de ideas de negocio para un nicho de mercado concreto. Su implementación ofrece múltiples beneficios para emprendedores y empresas.

  • Validación eficiente: Permite probar una idea en el mercado con el mínimo esfuerzo e inversión.
  • Reducción de riesgos: Minimiza las pérdidas potenciales al no invertir en características no esenciales.
  • Feedback temprano: Facilita la obtención de retroalimentación directa de los usuarios.
  • Flexibilidad: Proporciona la capacidad de pivotar o modificar el producto basado en las respuestas del mercado.
  • Captación rápida: Posibilita la atracción temprana de usuarios y potenciales inversores.
  • Entendimiento del cliente: Ofrece un panorama claro sobre los intereses e impresiones de los usuarios.

Todas estas ventajas confirman la importancia del Producto Mínimo Variable como herramienta esencial en el mundo empresarial contemporáneo.

Cómo crear un Producto Mínimo Viable paso a paso

El desarrollo de un MVP es esencial para testear y validar ideas de negocio de manera ágil y eficiente. Por eso hemos elaborado una breve guía paso a paso sobre cómo hacer un Producto Mínimo Variable:

  1. Define tu cliente objetivo: Antes de empezar, es crucial tener una comprensión clara de quién es tu cliente ideal y cuáles son sus necesidades y deseos.
  2. Establece el problema a resolver: Identifica claramente el problema que tu producto busca solucionar y asegúrate de que suponga una necesidad real en el mercado.
  3. Diseña la solución: Conceptualiza cómo tu producto o servicio abordará y resolverá el problema identificado.
  4. Selecciona las características esenciales: Centra tu atención en las funcionalidades más básicas y necesarias que permitan testear la viabilidad del producto.
  5. Desarrolla el MVP: Crea una versión simplificada de tu producto con las características esenciales seleccionadas. Esta versión debe ser lo suficientemente buena para ser presentada a los usuarios iniciales.
  6. Testea en el mercado: Lanza tu MVP al mercado objetivo y recopila feedback. Esta etapa es vital para comprender la aceptación del producto y áreas de mejora.
  7. Analiza y aprende: Utiliza la retroalimentación recogida para analizar cómo ha sido recibido el producto y qué mejoras es necesario aplicar.
  8. Itera y mejora: Basándote en el feedback y el análisis, realiza las mejoras necesarias y, si es necesario, repite el proceso hasta conseguir un producto que cumpla con las expectativas del mercado.

El seguimiento de estos pasos asegurará una implementación efectiva del MVP, permitiendo testear y ajustar tu idea de negocio de forma rápida y eficiente.

Ejemplos de Producto Mínimo Viable

No hay nada como un ejemplo de Producto Mínimo Variable para comprender su importancia y su utilidad, por eso a continuación vamos a estudiar algunos de los más habituales y sencillos de desarrollar.

  • Landing Page: A menudo, antes de lanzar un producto completo, las empresas crean una página de aterrizaje para medir el interés del mercado en su propuesta. Esta página puede contener una breve descripción del producto o servicio, imágenes y una opción para que los visitantes se inscriban o expresen su interés. A través de la respuesta obtenida, la empresa puede determinar si existe suficiente demanda para justificar el desarrollo completo del producto.
  • Pruebas A/B: Estas pruebas involucran la creación de dos versiones diferentes de un producto o servicio para determinar cuál es preferido por los clientes. Al hacerlo, las empresas pueden descubrir cuál es el enfoque más eficaz y ajustar su producto en consecuencia antes de un lanzamiento más amplio.
  • Vídeo (Elevator Pitch): En lugar de construir el producto real, algunas empresas optan por crear un vídeo corto que explique su idea o visión. Esto sirve como una herramienta para captar la atención de posibles inversores o clientes y recopilar feedback sin tener que invertir en el desarrollo completo del producto. Es una forma rápida y efectiva de probar el atractivo y viabilidad de una idea.

Estos ejemplos resaltan que el MVP no necesariamente implica tener que crear un producto físico o completamente funcional. Puede ser cualquier cosa que ayude a las empresas a validar su idea en el mercado con la mínima inversión posible.

Quizá todo esto es más sencillo de entender con un ejemplo real.

Para ello, recurriremos al que nos dio Ismael Teijón en nuestro Webinar con la iniciativa #OpenWeStand de GoDaddy.

En esta masterclass de casi una hora sobre cómo impulsar un pequeño negocio, Teijón nos habla del caso de Hannun -una empresa de muebles de diseño-.

En un inicio, se puede pensar que el orden lógico a la hora de lanzar una empresa de decoración sería elegir una serie de diseños, fabricar estos productos y, posteriormente, abrir una tienda -online o presencial- para darles salida a los mismos.

Esto requiere, por lo tanto, de una gran inversión inicial y conlleva una gran incertidumbre.

Es decir, a priori no tenemos seguridad alguna de que haya un hueco en el mercado para este proyecto.

Sin embargo, Hannun se basó en la metodología Lean Startup para lanzar su negocio.

Por ello, el proceso que siguieron fue diferente:

  • En primer lugar, analizaron en Pinterest qué productos -dentro del estilo de la empresa- funcionaban mejor.
  • Subieron las fotografías de estos pines a Wallapop.
  • En función de las ventas que tenían, iban produciendo y enviando estos productos.

De esta manera, fueron aprendiendo qué diseños eran los más interesantes sin realizar una inversión previa.

Con esta información, empezaron a subir productos a Instagram y a alentar a la compra a través del correo electrónico.

Como ves, ¡la diferencia es abismal!

Gracias al lanzamiento de su Producto Mínimo Viable, sin una inversión inicial estos empresarios pudieron entender no solo qué productos tenían una cabida en el mercado, sino también si la empresa era viable como proyecto. 

Y si te preguntas si la creación de un Producto Mínimo Variable y Scrum son compatibles, te gustará saber que gestionar este tipo de proyectos en equipo es la mejor manera de que salgan adelante. De hecho, utilizar herramientas de trabajo colaborativo de calidad como Office 365 resulta de lo más recomendable para conseguir un éxito rotundo.